jueves, 27 de enero de 2011

Principios del idealismo


En las montañas verdes, altas, enormes, ahí me encontré con el alma, sin saber que teníamos una cita, un día sin más llegué, a la punta de unas cuantas montañas, después de casi dos horas de camino, dando vueltas en las curvas, cargada de preguntas y dudas, con mucha incertidumbre debo confesar. 


Así un día te dicen pues acá trabajarás, esta es la gente, y tu te quedas viendo las miradas tristes de las mujeres,  que te esquivan, sólo descansan su mirada sobre ti, para verte vestida en tus ropas de ciudad, limpias, con tu abrigo para taparte de la brisa gris que cae esa mañana, cuando ellas se ven así mismas, descalzas, con su vestido usual, blanco y la mezcla de colores saltando intermitentemente por el frente, por el cuello y por las mangas. Después posas tu mirada en los hombres, que te lanzan una mirada de duda, pero al mismo tiempo con mucho poder, muy seguros de sí mismos, envalentonados con sus ropas de ciudad también, con botas de vaquero, con sus sombreros y camisas de cuadros, aunque claro no todos están en el mismo papel. 
también te encuentras con los niños, y sus miradas tímidas, que se esconden entre el rebozo y las piernas de  mamá, algunos que se asoman muestran un rostro manchado por el polvo, ojos llorosos, casi todos con gripa, descalzos también, comiendo maíz o chayote hervido. 


Por mi cabeza pasan mil pensamientos, flechazos, recuerdos, preguntas, pero ¿a quién le pregunto? 
Señor diputado como ve la pobreza extrema en nuestro estado?
Señor senador, ¿qué tal se desayuna en el DF, me imagino que han de tener un menú muy variado, por que usted desayuna a diario en un restaurante no?
Señor gobernador, ¿cómo van los objetivos del milenio?¿ todavía no se sabe? Si eso de las telenovelas le dieron mucho auge al estado, a hubo un banquete en honor a ello, a mire que cordialidad la suya...


Pero más allá de todas mis conjeturas sarcásticas, creo que la pregunta más recurrente sería, señor gobernador, diputado y senador, ciudadano en general de este mi estado "libre y soberano"
¿cómo se puede ir a la cama con la conciencia tranquila, mientras miles de personas están sumidas en la pobreza más cabrona que despedaza a las comunidades indígenas, dejandolas en pedacitos a la intemperie de los zopilotes (aves de rapiña) que vuelan sobre ellas, como Nestlé, AMSA, Coca Cola, Sabritas...? La lista es larga señores .... 


Y tal vez la respuesta es más fulminante, la verdad señorita es que uno procura no pensar en esas cosas, verá hay cosas más importantes que combatir en el estado, usted sabe prioridades de nación, y luego de estado... pero le aseguro que estamos haciendo todo lo posible... la política no es fácil...


Las respuestas en mi mente no me dejan contenta del todo, y sigo parada enfrente de esa mezcla de miradas y gestos que me contemplan como un cashlan más, como ese mestizo colonizador que otra vez viene a saquear, pero ya no hay oro, ahora sólo queda el recuerdo del maíz, miles de gotas de café que exprimir, apenas comenzamos con la miel que se vende poco en sus mercados, ah pero eso si harto paisaje que mostrar. 


Seguimos ahí parados viendonos, reconociendonos, sin saber cuál es la primera palabra a intercambiar, quisiera transmitirles mi sentir, quisiera decirles somos humanos todos, somos de la misma raza, pero de nada sirve, un pasado colonizador y las generaciones venideras se encargaron de construir una historia diferente, sembrando en las almas de los viejos, de los nuevos y de los que vendrán, la misma concepción del Cashlán, dañino, incomprensible,  abusador, asesino, él es patrón y yo esclavo. 


mi compromiso era más fuerte, mi sentir más intenso a cada segundo, esas ganas de justicia y dignidad, invadían lo más recondito de mi cuerpo, recorriendo, impulsando, divagando y encontrandose ante un nuevo reto, definiendo mi misión. 


si yo no buscaba esta cita con mi alma, ella me busco a mi, me puso ahí, me lanzo una flecha para cuestionarme el futuro y el presente de este estado.  

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