viernes, 21 de enero de 2011

PRIMERA ACTO

lo q escribiré no tiene sentido, tampoco busca un reconocimiento literario, 
ya que el blog es para escribir lo que pasa en mi mente cuando las cosas pasan. 
y ahora sólo puedo decir 
que me siento liberada, nunca había sido tan valiente de escribirte lo que pienso 
no es que te haya tenido miedo en alguno de nuestros trece años de conocernos 
simplemente que era muy penosa, era joven e inmadura, era una niña...
me ponías nerviosa cada cinco segundos, pero no siempre fue así 
alguna vez tuve la sartén por el mango, ya después tú me lo quitaste, y a como me hiciste sufrir y sentir tu venganza, 
yo era joven, tú también, en ese entonces, 
yo era provocadora, carismática, saliendo de una escuela de puras monjas...
vacilaba con tu timidez, si así eras tú cuando nos conocimos, tímido, retraído, medio pendejo también, pero tenías a muchas chicas detrás de ti... 
yo platicaba contigo, caminábamos juntos hasta tomar la combi, era de las pocas personas que podía mantener una conversación contigo por más de una hora, yo creo que eso nos hizo ser tan amigos en ese entonces...
después un buen día te vi atolondrado, al parecer tenías cierto gusto por mi presencia, yo no puedo negar que también me sentía atolondrada, pero es que mi pinche orgullo nunca me deja sola, se cuela por la pequeña separación entre mi sombra y mi realidad, ja ese pinche orgullo que me ha costado varias relaciones...
y un buen día te presentaste ante mi en una fiesta, debiste haber bebido una cerveza para darte valor, porque era yo una niña de tenerle miedo, porque lo mismo podía decir si que podía decirte no y no quiero volver a verte, como sucedió por algún tiempo... te acercaste con la timidez de siempre, me hablaste en palabras enredadas, que tuve que armar como rompecabezas, porque aparte tu cantinfleo era retador. 

al final logré identificar tu propuesta, yo no sabía que decir, te digo el orgullo es lo primero que habla en mi, entonces sólo dije dejame pensarlo, tu siempre tan cordial, tan caballeroso, tan tú... sólo dijiste si yo espero. lo que no sabías es que tendrías que esperar tanto. 
todo mundo sabía lo tuyo y lo mío, sabían que yo te conquistaba locamente y que tú tímidamente aceptabas. Sabían que siempre te retaba en clases para ver quién era más inteligente, que siempre bailaba y cantaba para impresionarte, sabían que sólo yo podía acercarme a ti y quedarme sentada a tu lado a veces sin decir nada.  Pero no sabían que te haría sufrir, que nos haríamos sufrir, porque nunca pudimos estar juntos... no como debía ser, sino por las espinas que tenían que dejarnos de joder el futuro...

Pasaron los días y yo no podía decirte que si, pero tampoco quería decirte que no, confieso que un día me despertaba diciendo hoy le diré que si, y a la hora decía no pero mejor no, y así se pasaron los días, hasta que tú, un día buenamente decidiste ponerle fin a la pesadilla... recuerdo que me buscabas y me escondía, me llamabas y te colgaba, íbamos a la escuela y me seguías  y yo salía corriendo... todos me decían lo tonta que era por despreciarte así, pero vamos que iba yo a hacer, me habías cambiado el panorama de las cosas, ahí empezaron mis fracasos...
un día llegaste a la casa de mi amiga con mi mejor amigo, querías hablar conmigo, yo quería esconderme, decir q no estaba ahí, pero no había forma de escapar, tuve que enfrentarte, vi tu carita triste, con la incertidumbre del amor, tus ojos tiernos, tus palabras dulces, y tu aceptación a mi respuesta negativa, no quiero ser tu novia, lo siento pero prefiero no perder tu amistad, quiero que seamos amigos siempre, y vaya que seguiste al pie de la letra mi petición, durante cada segundo de los  trece años transcurridos después de ese episodio, te empeñaste en hacerme llorar, sufrir, y vivir mi decisión con arrepentimiento. 
Tú sólo dijiste lo entiendo, pero el día que quieras ser mi novia me dices, me entregaste una carta, era un poema, ridículamente tierno, malévolamente acusador, tanto fue así que tuve que quemarlo para no recordar que existía, para no ver tu mirada triste en ese pequeño pedazo de papel. 
Me llamaste en las vacaciones yo conteste tus llamadas, éramos amigos, seguías insistiendo, yo seguía en mi posición... volvimos a clases y mi posición se intensifico, huía de ti, no podía esconderme, tomábamos todas las clases juntos, me volví la peor persona del mundo contigo, me aleje de ti, ni siquiera sentía que merecías un Hola de mi parte, de repente me agarraba la culpa, pero la alejaba de mi inmediatamente, me sentía con el poder de ti, de tu sonrisa tonta a lo lejos queriendo buscar mis ojos. Los mismos que te despreciaban, me aferre a otras amistades, tuve que hacer un nuevo círculo de amigos, pero todos en la escuela te querían a ti, eras encantador, el mejor niño de la escuela, el más tierno, el más educado, el más inteligente, caballeroso, odie todo eso de ti, odie tu sonrisa, tus buenos tratos, odiaba que siempre fueras tan bueno en todo, y con mi odio te alejaste de mi, me odiaste también, supongo, sólo así me explico tu comportamiento. 
Después nos separamos, cada quien en su nueva etapa, pero los chismes nunca faltan, alguien me comento que estabas saliendo con otra chica, claro no era de la escuela, porque en la escuela te deje marcado, porque en la escuela mate tus ganas de tener una novia, como tiempo después en una cena de amigos me lo confesaste. Esos chismes levantaron el interés en mi orgullo, y me interese por saber de ti, me arrepentí, o simule el arrepentimiento, no lo sé, pero trate de recuperarte, aunque sea tu amistad pensé, comencé a hablarte, tu accediste porque eras noble en aquella época, pero jamás soltaste una palabra que te delatará enamorado de alguien. Yo tampoco solté ningún comentario romántico, sólo quería que fuéramos amigos, después cuando volvimos a ser amigos, me sentí enamorada de ti de nuevo, me arrepentí sinceramente, pero ya era tarde, cada uno tomaría otro rumbo, cada día más distintos... te extrañe, te espere, pero el destino me dio una segunda oportunidad y volviste a mi vida, pero esta vez ya no eras tú, y yo si seguía siendo Yo, y luego me convertiste en ese yo que ya no era de repente linda, ya era todo el tiempo la mala niña....
nos convertimos pues en seres distintos, comenzando una nueva etapa, que termino siendo igual o peor 

No hay comentarios:

Publicar un comentario