domingo, 27 de febrero de 2011

Mujer

La mujer se concibe como aquella unión a la naturaleza, 
con latidos y lágrimas 
se mide en corazonadas, abrazos y sonrisas 
aquel olor a tierra mojada
que anima que emite un suspiro 
el recuerdo y la mirada
opaca, invisible, dolida 
que acaricia la mejilla de una niñez 
que ya no recuerda,
que se transforma
en arte y misticidad 
no descubierta...
no entendida 
escondida en las pestañas del sol 

sábado, 12 de febrero de 2011

la llamada nocturna

suena el teléfono en el bullicio de la noche, sabes que es de casa pero no presientes quien sea, es de madrugada acá, medio día allá, se oye una voz ronca detalladamente tropezada por los años de la garganta, por el desgaste del fogón, del trajín de hacer tamales y pan, hornear todos los días para que pudiese mantener a sus 5 hijos. Se puede reconocer esa voz, aún en la madrugada que al fin había vencido al insomnio, un poco confusa tomas el teléfono, ves la hora, es ella, desde el otro lado preguntandote como estas? tu afirmando que estas bien, que todo marcha bien, que cada día ha mejorado tu posición en esta tierra que ni es tuya ni te hace sentir en paz. seguida de la pregunta, donde estas? tropiezas un poco no sabes que contestar, se lo has dicho antes, pero, entiendes que la edad a veces no permite recordar algunas cosas, vuelves a decirle donde estas, te repite... tan lejos?, y cuando vuelves? y tú dices falta poco, en unos meses, estoy estudiando tú sabes. 
lo siguiente que te dice te deja confusa, claro que ella no puede entenderlo, eran otros días, otras épocas, otras costumbres, como podría entenderlo si se caso a los 15 años, como podría saber que ahora las cosas no son así, no puedes discutirle nada, sólo puedes ser divertida y creativa para poder contestar, a su pregunta.
 ¿cuando vuelves? tienes que hacer una familia ya, debes casarte, tener hijos, no puedes estar sola en la vida.  Tú simulas una sonrisa, porque sabes que nunca lo entenderá, no la culpas, pero sus palabras a veces se sienten ofensivas. 
Sus razones son buenas, me gusta cuando me dice es que no puedes quedarte sola para toda la vida, debes tener a alguien a tu lado, al menos para pelearte, pero para hablar, para q te vea, para que lo veas, no significa que lo ames, realmente ella nunca llego a entender que era el amor, su vida tan difícil solo le hizo ver que habían responsabilidades y que la familia lo es todo, yo la entiendo, ella no. 
y ahí estaba con la pregunta que me vengo haciendo desde hace poco, casi nada, unos cuantos días, con sus noches, ¿volver para cumplir tu papel de mujer a esa ciudad que te vio nacer o quedarte tomando café con el brillo de tus ojos reflejado en la taza, en la soledad de una alcoba? irónico, sé que es tiempo realmente lo quiero, tirar raíces, pero quiero tirarlas bien, ser feliz, cuando tire una a una, cuando me enrosque a la vida con fuerzas, con amor, con todo el corazón para crecer, para dar frutos, para estabilizarme y disfrutar desde ese punto que he elegido, la existencia de mi ser, mi sentido. 

Esa cuerda lanzada por esa voz reconocible desde lejos, me ata y me jala, quiere que yo ya este donde debo, tengo miedo pero es cierto. 
Sólo contesto, pronto, pronto lo haré, no te apures. suspirando y esperando que esa cuerda me lleve a través de las nubes, a encontrar el camino, de vivir mi decisiva soledad que parece el pecado de la sociedad, que encierra la pasión con sus formalismos y burocracias. O bien encontrar a esa persona con quién pueda y tenga el valor de tirar raíces. a veces ser libre es tan imposible, cómo jurar amor eterno, cómo viajar al corazón de esa persona y encontrar si me sigue queriendo tanto.  
pero es tan complicado explicarle esto a mi abuela, que lo único que quiere es ver los nietos preciosos de su nieta mayor, que aunque nunca demostro querer, sabe que la admira por ser una mujer diferente a ella, y que en el fondo, le gusta saber que estoy acá, que soy sus ojos en el universo por un momento. 
casi treinta abuela. 

jueves, 10 de febrero de 2011

vela

Pinceladas moviéndose en una Canva, revolviéndose, formando un nuevo color, uniforme, nítido, mezclado, fuerte como la trazada de una brocha gorda de óleo, marcando, señalando las formas, poniendole nombre a lo que ha comenzado, en la oscuridad de una lejana vela que alumbra el sepia y las formas de este gran cuadro al óleo. 
sugiriendo tu atención constante, tus manos tomando lo que es tuyo, por donación y conquista. Lo abstracto de las líneas que mis 
manos perdidas en el abrazo, como cadenas que atan, que empujan, que acarician y torpemente se sueltan. Con el sudor de la última línea que alumbra el cuadro, el placer del óleo, termina con aquella vela que se agota, derretida ya... sin luz





miércoles, 9 de febrero de 2011

me caso contigo

me caso contigo...
quiero una sonrisa brillante en la punta del anillo
el brillo de tus ojos verdes que un día me vieron
tu corazón gigante
rogando la sangre de mis venas
las razones y las madrugadas
los besos y las caricias
me caso con vos...
para vos y por vos,
mi piel, luciendo una gota de rocío
acompañada de mis labios
las pequeñas noches
la inmensidad de mis suspiros

me caso contigo...
por tu soledad acompañada de mi
por los mundos y las horas
me caso con vos
porque esa mirada tuya
que es tan mía
ya no miente
sos vos
la piel que cubre y abraza
mis ilusiones
y mis días
mis sonrisas y mi despertar
me caso con vos,
te doy mis manos y mis huellas
mi alma y mi soledad
para que en un momento
contemples la pureza de nuestro amor
sos vos

jueves, 3 de febrero de 2011

Primitiva.......... joya valiosa ( II PARTE )

Margarito, un joven alto, moreno, ojos nobles, sonrisa contagiosa, que cuando se encontró con los ojos rojos de Lorenza, ella se lanzo hipnotizada a esa presencia extraña, mientras a él tras esa mirada llorona de Lorenza, sólo se le ocurrió contar un cuento divertido, del tío coyote culo quemado, que su madre le contaba de pequeño. A las risas de Lorenza, salieron más cuentos y poemas, que Margarito se había aprendido de memoria, pensando que un día los contaría tan apasionadamente que su público lo amaría, y así fue.


Se quedaron un rato riendo a carcajadas, seguidas por el eco de la montaña, empapados por la pequeña brisa, danzando, cantando, al final, felizmente agotados, regresaron con el ganado, se separaron en el camino.


Lorenza nunca más dejo de ser inmensamente feliz, ni tampoco dejo de ser la fiera indomable y lépera que Margarito conoció. Conquistada por esa mirada noble que fue su compañera fiel hasta la muerte, tuvieron cuatro hijos, todos ellos variados, de chile, de mole y de cambray, dijera la señora que vende tamal.


Jovita, blanca y transparente, rebelde y lépera como su madre; Antonia una morenita alegre, carácter lépero también, pero con la mirada noble de su padre; Lidia ni blanca ni morena, más bien trigueña, tibia sin ir ni venir; por último el pequeño Pedro, diminuto, delgadito, morenito como su padre, y con esos mismos ojos, de la madre, igual que Lidia.


Así los dos felices convivían y disfrutaban su vida ranchera, comprando y vendiendo ganado, trabajo realizado por Doña Lorenza, mientras Don Margarito se encargaba de las letras de los cuatro hijos, iba y venía con los cuatro del pueblo, pero no había dolor de cabeza más grade que el que le causaba Jovita, cada día era una historia nueva, escapándose de la escuela, corriendo hacia el rancho.


Una vez la ato a la silla del salón de clases, un poco harto de los berrinches, pero después de cinco minutos volvió, la desato, la beso en la frente y la dejo partir. Jovita había ganado la batalla a los ocho años apenas, y desde entonces se quedó con su madre en la casa.


Lorenza era una mujer muy lista, le enseño a la niña el manejo del negocio, a revisar el trabajo en el corral de ganado, revisar la siembra, al salario justo y a dar órdenes fuertes pero prudentes, siguió aprendiendo a ser tan lépera como su madre y así creció Jovita, feliz, maleducada, apasionada por saber cuando se siembra, cuando se compra o se vende ganado, a defender su posición de mujer frente a los comerciantes que de vez en vez trataban de verle la cara, lecciones que a Jovita la hicieron fuerte, sin saber que eso le serviría años después.


Poco le gustaban las tareas del hogar, poco aprendió de la casa, ni siquiera a dar órdenes para la cocina y cocinar menos, ni saber organizar la limpieza, eso era lo que menos le preocupaba, pensaba que sería fácil dar órdenes de hogar cuando tuviera que hacerlo, para eso tampoco se estudia, pensaba. Y así pasaron los años, Jovita crecía entre el ganado, la siembra y los trabajadores, mientras sus hermanos seguían yendo a la escuela, entre libros y letras.

Primitiva.......... joya valiosa






ahí estaba sentada, más blanca que de costumbre, con algunas protuberancias sobre saliendo de la bata de dormir, también blanca, mirando su reflejo y su cabello largo negro, frente aquel espejo de fina y delicada madera tallada en curvas delicadamente dibujadas. Su rostro triste quería sonreír por las cosquillas que sentía por dentro, y saliendo de su mente, bruscamente tomo de nuevo las riendas, se acerco a la puerta y llamó a Lupe. Entró corriendo una pequeña niña, quizás tres años más pequeña que ella, piel morena, dorada por el sol acumulado de las labores diarias, de los viajes de su casa a la casa grande, vestida en aquellos harapos cortos que permiten ver que aquella chiquilla ya había crecido, igual que Jovita.

Las dos en aquel cuarto, Jovita sentada mientras Lupe peinaba ese cabello negro y largo de su patrona, mientras pensaba en las ganas que le daría que un día Jovita o cualquiera de sus otras hermanas, estuvieran ahí peinándole su corto cabello quemado por el sol. Mientras Jovita pensaba en que le hubiese gustado ser menos rebelde en sus años pasados, un poco más paciente, más callada para poder haber seguido los consejos de su padre, y haber estado sentada las cuatro horas en aquella banca del salón de clases,  obedientemente igual que sus hermanas, pero no, ahí estaba ella sentada, preguntándose si era posible lograr un cambio de cuerpos, y tomar la vida de Lupe. Pensando cómo evadir la noticia que derramaría en la próxima cena familiar, en donde su padre lloraría porque así es él, más romántico y débil, a causa de sus libros; y su madre, más dura y enérgica, de corazón de acero y olor a monte, pero no había nada que hacer, hubiese deseado no estar embarazada, pero ya estaba hecho, hubiese querido haberle dicho a sus padres que el susodicho, era un hombre de tierras y ganado, pero era sólo un mozo más de su padre.


Su padre no era un hombre malo, era un maestro rural con suerte y apellido, que le debía su posición a la herencia de sus padres, terratenientes. Don Margarito era un hombre simpático, noble, de esos que leían mucho, era dueño de una zona amplia dedicada a la siembra de maíz y al ganado. Era un hombre cordial con su gente, sabía darles un trato humano y justo, la gente del campo siempre le pedía trabajo a él, en época de cosecha, era el que más pagaba y nadie se quejaba de malos tratos. Un buen día, el más feliz de su vida, según sus palabras, se casó con Doña Lorenza, la patrona de lenguaje folclórico, blanca, pecosa, de cabello largo pelirrojo, que se la pasaba el día mentando madres por la casa y por el campo en su caballo, y no era por ofender, sino porque así aprendió a hablar, antes de cantar, que eso si lo hacía con tanta gracia, una de las pocas que tenía.



Se conocieron jóvenes, una tarde en la que una brisa ligera corría por la tierra, bajo el olor a tierra mojada, ahí corrió Lorenza, partió a todo galope con el Colorado, caballo fiel, que había llorado y sufrido el palpitar de su patrona en cada trote, mientras ella esperaba que el viento y la velocidad se llevarán las lágrimas de ese doctor del pueblo, que un día llego y la enamoro y ahora sin más se va, sin importarle lo que deja o si se lo lleva, corrió tan fuerte como el Colorado le daba pie, hasta que llegaron al aguaje, tras varias cabezas de ganado pudo ver al final a un hombre revisando aquel cerro desgajado. 

miércoles, 2 de febrero de 2011

PENSAMIENTOS DISIPADOS AL AIRE

la mujer cositeada, en su pulcritud, en su esencia de curvas que mueve el deseo, el pecado, castigo íntimo y ancestral, MINIMIZADA. 
el macho, superiorizado, poniendole nombre a todo lo que ve y toca, porque tiene el derecho de dirigir el mundo. 
porque es más su casa en la superficialidad y a la mujer sólo le queda la interioridad del mundo, la pacha mama, porque es vulnerable por su cordón umbilical al centro de la tierra, al latido de un ser gestandose en su interior. 
Macho que minimiza los hechos y las necesidades de una mujer, porque no valen más, porque no sabes más, porque no has estado hecha para pensar....




Mirando la tenacidad de aquel hombre 
que se aferra al tubo de metal, para no caer
perplejo en su reflejo, 
él observa mi reflejo en sus pupilas,
yo me doy cuenta


finge no haberlo hecho. 
avanza dos pasos nítidos hacia la puerta del vagón
guiñe un ojo en el reflejo 
yo giro dos pasos en sentido contrario 
me estremezco en el guiño
y salgo por la puerta siguiente. 


walking ...
thinking ...

mañana de lluvia fría, 
nubes grises, ocultando al sol, 
caminos de riachuelos en las calles grises
vos en tu particularidad
mientras te digo:
ahogame intelectual de sombrilla negra. 


hay gente que huele a libro 
a humedad y a historia.
hay gente que mira fijo 
sin temor y sin gloria. 
yo, ni miro fijo ni huelo a libro. 
yo decido escribir a ser escrita
pintar a ser pintada...

cuantas veces uno puedo decir where are u from? 
cuántas veces tendrán que ser necesarias para aburrirte 
para decirlas hasta el hastío 
que te compromete una plática 
sólo por el hecho de haber cruzado una mirada 
o una palabra, o un simple roce de cuerpos 
en el abultado bar 
cuándo tu soledad absurda y absoluta 
te coloca en una encrucijada del destino 
vulnerable... 



martes, 1 de febrero de 2011

Jason Mraz

recuerdas? me preguntas parado cerca de la puerta, antes de salir, volteas un tercio de tu cuerpo, yo apenas puedo ver tu sonrisa pidiendo mi recuerdo, tus ojos mirando fijamente a aquella sonrisa de complicidad que te dirijo.
Tomas el celular y pones esa canción aquella la del recuerdo... you've got the best of both worlds. 
sonrío complice de tu recuerdo, del video aquel en el que lanzaste todas mis fotos, todas aquellas que pudiste cuando en un enojo arrebatado como muchos de lo cotidiano en mi, deje de hablarte, tu siempre sabes como sacar la sonrisa para olvidar tu error. 

You're the kind of girl who can take down a man, 
no debatiré eso a veces mi fortaleza es tan grave que complica todo, a veces quisiera dejar de ser tan dura conmigo, contigo, con los demás, pero muchas veces mi orgullo impasible se apodera de cada milímetro de acción, no sonríe, se congela. Pero recuerda que también ... You are strong but youre needy, 
Mezclo tu música con mi voz, te digo what a beautiful mess this is... tú sonríes y me afirmas que no sabes como escapar de mi, que quisieras no irte, pero que también tu naturaleza no te permite quedarte... camino hacia ti, acaricio tu cara y dulcemente acero mi pensamiento al tuyo, es mejor así, alejarte de mi cuando sabes que después no podrás escapar, ve y busca el cielo, la luna, el mar que despierte tus pasiones que renazca tu sed de amar, porque la has perdido ya en tus treinta años...

tus pensamientos se mezclan en mi mente, oyendo tu debilidad tus ganas de estar en mi de nuevo, tus ganas de no partir y dejarte llevar por ese cielo, esa luna ese mar, pero tu miedo escondido susurra ...
Well it kind of hurts when the kind of words you write  Kind of turn themselves into knives
te contemplo en la sombra del silencio beso tus ojos y afirmo tus ideas, te aliento a salir por esa puerta, antes de que decidas quedarte, es tarde ya, debes volver a tu realidad... 
en un último abrazo me dices  But I like being submerged in your contradictions dear 

Cause here we are, here we are ...