sábado, 2 de junio de 2012

Y Violeta volvió a sentir...

Ella siempre divagaba, a veces no podía dormir, esa era una de esas noches, el jazz ni siquiera la calmaba, estaba ansiosa, no sabia la razón.
Abrió el refri ni encontró alcohol, eso al menos la relajaría, pero nada existía de aquel somnífero. Se dispuso a salir a buscar algo de alcohol, mientras se ponía unos jeans y una blusa blanca larga q ocultaba sus caderas anchas por la debida edad q la vida le dibujaba a su silueta, destapaba así lo que seguía siendo su gancho atractivo con los hombres, se cubrió del frío y solo puso un poco de rubor a sus mejillas, tomo el elevador y salió a esa calle que pintaba fría y solitaria la noche.

Camino tres manzanas doblo a la derecha, camino dos manzanas mas y logro visualizar tres bares abiertos a las dos de la madrugada, entro en el primero, solo quería tomar algo de sueno y volver a la casa. Pidió una cerveza, se sentó en la barra, observo su espacio y noto que sus compañeros de bar eran todos jóvenes, claro siempre hay de todo, desde los viejos que se sienten jóvenes y siguen vistiéndose igual, como aquel panzón de playera negra con algún ídolo del rock, sus tenis nike para variar, unos jeans, y sus canas decorando su efímera juventud. Se comparo con el, la diferencia era que ella no andaba buscando ser cool, solo quería un par de cervezas para poder dormir, pero era cierto que en algún momento también fue a un bar de jóvenes para encontrar asilo en la imprudencia de la juventud. Ese no era el caso hoy así que no se lamentaría por esas situaciones existentes en algún punto del cambio de década.

Termino su cerveza en 10 minutos, demando otra al joven cantinero quien pregunto amablemente si se sentía bien? Dlla sonrió sin haberlo pensado, se sintió pequeña, como cuando tu padre te regaña por tus malos modales y tu sonríes para conseguir un castigo menor, pidiendo perdón.

El cantinero sonrió y le dio una cerveza mas, agregando que le daría a probar su cerveza favorita tal vez así te olvidas de tus problemas vale, y siguió hablando de la vida, de las relaciones cuando se terminan, hay que seguir caminando no crees? La ultima pregunta la volvió a la banca de ese bar, todo fl tiempo había estado pensando en cuanto tiempo hacia que no tenía sexo con alguien, hace cuanto tiempo no salía con un chico, y peor aun hac cuanto tiempo no besaba, al final respondió que estaba en el bar porque no podía dormir y a veces el alcohol ayuda.
Sin que ella lo buscara el chico del bar no dejaba de platicar con ella, cuando ella decidió volver a casa, el se acerco y le propuso acompanarlA en el camino.
Violeta estaba confundida no sabia buen las intenciones del chico, pero que mas da, tampoco era nueva en esas relaciones de una noche, sin sentimientos, aparte Paco era joven y algo apuesto, alto como a ella le gustaban los chicos, acepto su compañía, el siempre hablando, Violeta escuchando, esperando el momento en que el se lanzara directo a los besos, con esa pasión que su edad le podía propiciar y ella tampoco tan vieja, podía secundarle en segundos.
Al despedirse en la puerta del edificio, dlla se lanzo tímidamente a sus labios, Paco la beso dulcemente, pacientemente, subieron a su depa , ella en el fondo estaba contenta, realmente lo deseaba, ya en el sofá lanzo sus labios voraces hacia el, quien solo movió sus labios a un movimiento lento, calmando la sed de Violeta. Ella volvía a intentar lo apasionado, y el tranquilizaba sus manos, sus unas, sus labios. Violeta tenía los ojos abiertos en cada beso, el no los abría.
Allí estaba Violeta a sus treinta, sentada encima de un hombre mas joven que la tomaba solo por la cintura respetuosamente, no podía adivinar su edad, era joven, mas que ella, pero cuanto mas? No se atrevía a preguntar.
Se sentó a lado de el, Y el tímidamente comenzo a besar sus ojos, su nariz, sus manos, la besaba mientras ella se confundia cada vez mas, volvía al pasado.
Recordaba cuando recorría la escuela en aquel uniforme que dulcementee marcaba su silueta, aquella que hace tiempo atrás dejo y no volvió
El con sus labios traía el pasado de vuelta, tan tierno como el primer beso de su vida, tan lento, tan puro, solo cuatro labios uniendose no mas.
Ella recordaba esos besos de Juventud esos aquellos siempre primeros, los nervios, las maripositas, los labios ardiendo de besos.
La verdad es que ella ya no recordaba esos besos, el con su juventud los trajo de vuelta, regreso aquellos viejos grandes amores, recordandole que es sentir, así como Juanito y su primer beso, Víctor y su primer beso, los demás podían tener cualquier otro nombre, total al final fue una larga lista de besos sucios, ya sin esa timidez lenta q deja el primer beso de amor.

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